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15,20 €El 4 de mayo de 1814 Fernando VII promulgó el decreto que anulaba la Constitución de 1812 y la obra de las Cortes de Cádiz.Prácticamente desde ese mismo dÃa comenzaron las conspiraciones para restaurarla, que nofueron efectivas hasta principios de 1820 con el pronunciamiento de Rafael del Riego en Las Cabezas de San Juan. Por regla general, los levantamientos los encabezaron militares que habÃan participado en la guerra de la Independencia, identificados con la corriente de cambio polÃtico surgido durante la contienda. Por eso, cuando el rey abolió la obra de las Cortes de Cádiz, se creyeron legitimados para conspirar y luchar por la libertad y la soberanÃa de la nación. Pero, para que la insurrección triunfase y se implantara un régimen constitucional, fue imprescindible la colaboracióny el protagonismo del elemento civil, al que se alude en las proclamas ymanifiestos. Efectivamente, sin ese compromiso ciudadano, la acciónmilitar no habrÃa producido la transformación polÃtica y social, la revolución,a la que aspiraban los conspiradores por la libertad.